Un día después del referéndum separatista, tanto la región de Donetsk como la de Lugansk han declarado su independencia de Ucrania. Los acontecimientos se precipitan y en una cacofonía de declaraciones, figuras como Denis Pushilin, uno de los colíderes de la autoproclamada República de Donetsk, piden a Moscú que se plantee su anexión a la Federación Rusa, siguiendo los pasos de Crimea. “El tiempo para el diálogo con Kiev prácticamente se ha agotado. En principio, el diálogo directo resulta ya imposible”, dice Pushilin.
Según los organizadores del referéndum, más del 89 por ciento de los electores de Donetsk votaron a favor de la independencia y el 96 por ciento en Lugansk. La participación habría sido del 75 por ciento. Cifras que niega el gobierno ucraniano. Los dirigentes de ambas regiones separatistas se proponen ahora crear órganos estatales y militares.