A mis estudiantes:
Esta es una nota de despedida y de agradecimiento.
De despedida, porque mi contrato vence el 31 de diciembre de este año y no podré seguir dictando los cursos regulares, por aplicación de la normativa vigente.
De agradecimiento a ustedes, los estudiantes universitarios, a los que he dedicado casi 39 años tratando no solamente que fijaran conocimientos sino que se enamoraran de mi materia, porque la enseñanza ha sido y lo seguirá siendo mi verdadera vocación. Y digo agradecimiento porque cada año, algunos de ustedes, al terminar el curso, me emocionan diciéndome que, aunque difícil al principio, les ha interesado y gustado mucho y eso es mi mayor satisfacción, es el premio que recibo de ustedes y por lo que he permanecido tantos años.
Los voy a extrañar mucho y quiero trasmitirles algo, como si estuviéramos en clase, hagan lo que hagan, siempre pongan pasión.